lunes, 26 de diciembre de 2011

Ensalada persa de col

Ensalada persa de col
Los platos calientes tienen la batalla ganada en esta estación, pero las ensaladas poco a poco se han ido abriendo su propio hueco. Nada que decir de la típica ensalada presentes en todas las mesas a medio día, aunque, aparte de la básica de lechuga, tomate y cebolla con alguna oliva desperdigada, si nos gusta alternan platos diferentes, en la ensalada tenemos un recurso muchas veces sin explotar. 
Voy a ir mostrándoos una serie de ensaladas nada descartables para esta época de frío y quiero empezar con la ensalada persa de col. Una ensalada peculiar, muy original, pero puede que demasiado fuerte para aquellos que no son muy amigos de las especias. Así que, si éste es tu caso, te aconsejo que no la hagas de plato único. 

Ingredientes para un plato 
200 gramos de col blanca  
4 ciruelas secas (puedes sustituirlo por pasas, orejones..)
Taquitos de jamón serrano

Para la salsa:
3 cucharadas de aceite de oliva (se puede utilizar girasol como en la receta original)
1 diente de ajo
Comino en grano
1 cucharada pequeña (de café) de miel
1 pizca de pimentón dulce
Sal 

Elaboración
Su elaboración es sencillísima. Cortamos la col en tiras finas y la lavamos bien. Una vez escurrida la ponemos en una fuente y la mezclaremos muy bien con la salsa. Y suelo mezclar la salsa en dos veces, reservando una poquita para el final. Luego troceamos las ciruelas secas, les quitamos el hueso si lo tienen y disponemos los trocitos por la ensalada. Añadimos los trocitos de jamón serrano. Y cuando tengamos lista la ensalada volvemos a verter más salsa por encima.



Elaboración de la salsa
En un mortero ponemos media cucharadita de café de granos de comino y con lo   machacamos bien hasta triturarlos. Si nos parece muy incómodo porque saltan los granos fuera del mortero, los podemos poner dentro de un paño de cocina para machacarlos.
Una vez tengamos los cominos listos, vertemos el aceite de oliva, la cucharada de miel, media cucharadita de café de pimentón dulce y una pizca de sal. Lo removemos todo bien con el mazo de mortero y cuando se quede una salsa rojiza y turbia estará listo.


Lista para servir...

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