domingo, 27 de mayo de 2012

Fettuccine con gambas y chirlas

Nivel:  FÁCIL
Tiempo:  20
¿Quién no se ha preparado un plato de pasta en 15 minutos? Y, ¿con cualquier cosa que encuentras en la nevera o con la latilla más insospechada? Pero el hacer una pasta en pocos minutos no es sinónimo de renunciar a un plato de 10. Hoy te voy a mostrar un plato de pasta riquísimo tirando de congelador (por falta de tiempo para comprar productos frescos, por supuesto, lo puedes hacer con ingredientes frescos) y sobre todo con un modo de cocción que seguro que no sueles usar: cocinar la pasta como un risotto.

Fettuccine con gambas y chirlas..., y sin natas, ni salsas que enmascaren los sabores.


A punto de servir

Ingredientes para 2 personas
8-10 Gambitas arroceras
Un puñadito de chirlas (100 gramos)
150 ml. de caldo de pescado
75 ml. de vino blanco
1 cebolla blanca mediana o media grande
1/2 cucharada de harina
pimienta blanca y sal
laurel
perejil, si puede ser fresco


Preparación
Ponemos en una sartén honda un chorro de aceite de oliva y, cuando esté caliente, añadimos la cebolla troceada a juliana. Dejamos pochar, a fuego medio, hasta que esté transparente e incluso un poquito doradita. 

Echamos media cucharada de harina y sofreímos todo. Vertemos el vino y damos vueltas continuamente para intentar que no se hagan grumos. Conforme se espese echamos un chorro de caldo para aclarar la salsa. Vamos removiendo... y añadimos el resto del caldo (conservando un poquitín, por si luego vemos que hiciera falta). 

Dejamos que se caliente un minuto y, sin dejar que empiece a hervir colocamos la pasta en la sartén. Después de un par de minutos al fuego, la pasta se irá ablandado, así que damos vueltas a todo.

Añadimos las gambas y las chirlas. Las puedes añadir directamente del congelador. Le das una vuelta para mezclar todo.

Añades la hoja de laurel, el perejil picado, un golpe de pimienta blanca y una pizca de sal. Le das otra vuelta y lo tapas. Lo dejas a fuego medio, con un mínimo hervor, durante unos 10 minutos.



Cada pocos minutos le das una vuelta para que la pasta se haga bien por todas partes. Si se queda muy seco añade el caldo que has conservado, un poco más de vino blanco o, en última instancia, un chorrito de agua. Pero con tiempo para que esté todavía unos minutos cociendo y no te quite el sabor del guiso.

Cuando las chirlas se hayan abierto, es decir, tras esos 10 minutos, la pasta estará lista para disfrutarla, sorprender... o lo que quieras hacer.


¿Por qué congelados?...y ¿qué tipo de congelados?
Por supuesto, prefiero cocinar con productos frescos, pero la falta de tiempo y el querer cocinar cuando no has podido ir a comprar, te hace ingeniártelas.
Yo compro siempre en pescadería y, cuando llego a casa, arreglo la compra para congelar algunas cosas. Por ejemplo:

-Las chirlas o las almejas: las limpio bien, las tengo en agua, cambiándola varias veces, casi una hora. Cuando no dejan ninguna arenilla, las escurro, las meto en una bolsita y al congelador. De este modo, siempre las tienes a mano para echar un puñadito a una merluza, a un arroz o, quién sabe, a un plato de pasta.

-Las gambas: compro gamba arrocera (pequeña y rojiza) les doy un agua para limpiarlas y, en una bolsa, también al congelador. Así, las puedo usar para cualquier guiso en un visto y no visto.

No descongelo nada de esto antes. Lo echo directamente así al fuego. Y estoy segura que no notarías la diferencia...

No hay comentarios:

Publicar un comentario