viernes, 12 de agosto de 2011

Tener siempre caldo listo

Un consejo práctico para tener siempre un poquito de caldo a mano.
Cubitos de caldo

Es muy habitual que en muchas recetas de repente te aparezca añada un poco de caldo de carne, verduras o pescado. Y es entonces cuando piensas que no te vas a poner a hacer caldo para añadirlo al plato en cuestión, así que las soluciones se quedan en comprar en el súper un brick de caldo, disolver una pastilla de avecren, echar directamente agua o en el peor de los casos someterte a hacer caldo. Me parecen bien todas las opciones, excepto la última, porque pierdes media hora para conseguir un solo ingrediente.


Mi consejo es hacer cubitos de caldo. Si no te gusta comprar caldo preparado, ves guardando caldo en el congelador. Yo tengo caldo guardado en botes de cristal, pero es verdad que te quitan muchísimo espacio y muchas veces sacas uno para echar un chorrito de caldo. Así que, empecé a utilizar la cubitera. Ponía cubitos del caldo que tuviese a mano y no fuera a utilizar. Cuando haces guisos, hierves verdura para purés o pescado para hacer algún pastel o arroz, si me sobra caldo, hago cubitos y cuando ya están congelados los guardo sueltos en el congelador dentro de una bolsita de congelados o un táper. 



Ahora uso mucho más caldo, incluso en recetas que normalmente pongo agua, suelo sacar un cubito o dos para darle más sabor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario